No es lo mismo una escala de dos horas que de doce. Pero si sigues algunos consejos, siempre te lo pasarás bien mientras esperas a tu vuelo
Para explorar el mundo hay que hacer viajes largos, y con todos los trámites previos al embarque, a veces parece que pasas más tiempo en el aeropuerto que en el avión. En principio, esperar para embarcar en un aeropuerto durante horas no parece muy divertido, pero te sorprenderán algunas de las cosas que puedes hacer para que el tiempo pase volando. Y no, la mayoría no implican dormir, comer o empinar el codo…
Afina tu itinerario
Seguro que tendrás ganas de empezar tus vacaciones, así que aprovecha toda esa emoción para ultimar tu plan diario para el viaje. Mientras esperas tu vuelo, usa la wifi del aeropuerto para investigar las actividades disponibles en tu lugar de destino, enterarte de cualquier evento que tenga lugar durante tu estancia o familiarizarte con el transporte local. ¡Después agradecerás haberte preparado tan bien!
Date un capricho
Hoy en día existen bastantes aeropuertos en todo el mundo con espacios de bienestar. Hay spas en muchos grandes aeropuertos, como los de Ámsterdam, Dubái, Bangkok Suvarnabhumi, Nueva York JFK, el de Changi en Singapur y el de Múnich, así que ya tienes la actividad perfecta para liberar las tensiones propias del viaje. Regálate un masaje, pégate un baño en la piscina o elimina toxinas en la sauna.
Además, ya hay algunos aeropuertos con salones de belleza, así que si te van más la manicura, la pedicura o un poco de peluquería, date el capricho. ¿Qué mejor forma de llegar a tu destino que sacando a relucir todo tu poderío?
Si viajas con un presupuesto ajustado, son mucho más baratos los sillones de masaje con monedas (que encontrarás en más aeropuertos), o puedes dedicarte a probar todas las muestras de la perfumería del aeropuerto…
Alójate en un Yotel
Yotel es una cadena de hoteles ultramodernos inspirados en cápsulas, en las que puedes descansar en los aeropuertos de Ámsterdam, Gatwick en Londres, Estambul, Changi en Singapur y Charles de Gaulle en París. Los hoteles de la cadena que están dentro de aeropuertos (conocidos como «Yotelair») están pensados especialmente para personas con escalas largas que quieran descansar en un espacio privado, de forma que puedes reservar una habitación para estancias mínimas de cuatro horas, y a partir de ahí pagar por hora.
Por ejemplo, una habitación estándar en el Yotelair del aeropuerto de Gatwick en Londres tiene una superficie de unos siete metros cuadrados. Dentro de ese espacio compacto han conseguido incluir un aseo con ducha, una cama individual, un pequeño escritorio y un televisor de pantalla plana. Es una magnífica idea y muy innovadora, además de ser una experiencia divertida para tu estancia en el aeropuerto, incluso aunque no tengas pensado dormir.
Juega
Jugar a algo es un método de eficacia probada para ayudar a pasar el tiempo en un viaje largo, y funciona especialmente bien si viajas con más personas. Llévate una baraja de cartas, da rienda suelta a tu niña o niño interior jugando al escondite, o plantea un concurso para ver quién colecciona más muestras gratuitas de las tiendas de la terminal.
Y si no, ejercita sencillamente tu imaginación. Un juego muy divertido tiene que ver con la observación de personas en el aeropuerto, inventándote su historia mientras las observas. ¿Has visto aquella chica de aspecto nervioso con una mochila enorme y un gran frappuccino? Está de camino a la NASA para comenzar su formación como astronauta. ¿Y ese tipo vestido de boda? Acaba de abandonar a su novia en el altar. Ya ves de qué va el juego, ¿no?
Haz ejercicio
Activa tu cuerpo durante una larga escala liberando endorfinas. Algunos aeropuertos tienen gimnasio, por ejemplo el de Doha, Baltimore-Washington, Changi en Singapur, Toronto Pearson, Dubái y San Francisco, por mencionar unos pocos. Si no, también puedes llevarte tu propia esterilla de yoga y disfrutar de una buena sesión de estiramientos. En los aeropuertos de San Francisco y Helsinki, por ejemplo, tienen espacios gratuitos para practicar yoga y otras formas de ejercicio.
Y con todo el espacio que hay en la terminal y alrededores, incluso puedes correr un poco. Sobre todo es buena idea si estás esperando a un vuelo de tarde o noche, ya que el aeropuerto estará más vacío y casi nadie estará usando las duchas del aeropuerto.
Escribe y dibuja
Dejarte llevar por la parte creativa de tu cerebro es un método infalible para conseguir que el tiempo vuele más rápido que un Boeing 747. Es más: se ha demostrado que la expresión artística reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y baja la tensión arterial. ¡Justo lo que necesitas en un viaje largo!
Escribe un relato, publica un blog o entrégate a la introspección escribiendo un diario… puede que te quites un peso del que ni siquiera eras consciente. ¡O dibuja! Solo necesitas papel, lápiz y una pizca de inspiración, y con todo el ajetreo a tu alrededor en el aeropuerto, seguro que ves algo que te llame la atención.
Empápate de cultura
Ya nos hemos relajado en el spa y hemos hecho ejercicio en el gimnasio, pero… ¿sabías que algunos aeropuertos tienen incluso museos y galerías?
Por ejemplo, el aeropuerto William P. Hobby. Es el segundo aeropuerto más grande de Houston, en Texas, y alberga el 1940 Air Terminal Museum. La colección del museo recorre la historia de la aviación civil de Houston, y el edificio en sí (independiente de la terminal moderna del aeropuerto) es uno de los pocos ejemplos que quedan de la arquitectura art decó empleada en aeropuertos en la década de 1940.
El aeropuerto de Atenas exhibe una gran variedad de objetos antiguos de bronce y cerámica, el de Doha tiene unas enormes esculturas modernas, y el aeropuerto de San Francisco tiene un museo que abarca toda la terminal de salidas internacionales, para «enriquecer la experiencia del público». Nos quitamos el sombrero.
Entre las demás enormes e increíbles esculturas que se exhiben en el aeropuerto de Changi en Singapur puedes ver la escultura en movimiento más grande del mundo: se titula Kinetic Rain y la encontrarás en el interior de la terminal 1. Está hecha de más de 1000 gotas de bronce «líquido», que se mueven para dibujar ondas y formas. No esperaríamos menos extravagancia de un aeropuerto considerado sistemáticamente uno de los mejores del mundo.
Y si se trata de ampliar tu horizonte cultural, ¿por qué no hacerlo a través del paladar? Si vas a pasar mucho tiempo en un aeropuerto, en algún momento tendrás hambre. Es la ocasión perfecta para probar algún plato local que no hayas comido nunca. No tengas miedo: al fin y al cabo, ¡en vacaciones se trata de vivir experiencias nuevas!
Conoce a gente nueva
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Déjate la timidez en casa: cualquier terminal de aeropuerto está repleta de viajeros igual que tú. O no… quizás las fantásticas historias que te has inventado sobre ellos no anden tan desencaminadas. Puede que te estén observando a ti y preguntándose cómo será tu vida, pero nunca lo sabrás si no hablas con ellos.
Como ocurre en circunstancias normales, un buen lugar para charlar con alguien es un bar. Si ves a alguien tomándose algo por su cuenta, pídete algo y pregunta si te puedes sentar. Si ves a alguien leyendo un libro, otra buena estrategia es preguntar de qué trata. O cómprate una bolsa de caramelos para ofrecerle a quien quieras. Nunca se sabe a quién puedes conocer, adónde se dirigen, dónde han estado y qué historias te pueden contar. Además, ese tipo de curiosidad es precisamente lo que nos motiva para viajar, ¿verdad?
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