Atenas es una ciudad cargada de historia y repleta de secretos. ¿Te animas a descubrirlos? Te contamos cómo encontrar las mejores atracciones de la ciudad, cosas extraordinarias para ver, lugares donde ir, qué hacer por la noche y algunas opciones menos turísticas
Artículo publicado en colaboración con Aegean Airlines.
Viaja con Aegean Airlines a Atenas, una de las ciudades más antiguas e importantes de Europa y del mundo. Está maravilla de la Antigüedad está repleta de actividades, así que hemos preparado una guía de viaje a Atenas para principiantes: cuándo viajar, cómo moverte por la ciudad, qué comer y beber y cómo disfrutar al máximo de tu estancia.
Consejos prácticos
¿Cuál es la mejor época para ir a Atenas?
La temporada alta en Atenas es de junio a septiembre, y julio y agosto son los meses más calurosos, con temperaturas que superan los 30 ºC. En esa época del año, la vida fluye a un ritmo más lento y apetece sentarse a la sombra al mediodía. Si quieres hacer un viaje más activo y completo, en mayo y octubre las temperaturas son bastante agradables y llueve mucho menos que en el invierno.
¿Cuál es la mejor forma de moverse por Atenas?
Cuando viajas con Aegean Airlines, tu vuelo aterriza en el imponente aeropuerto internacional de Atenas, que conecta Grecia con muchos países del mundo. Desde el aeropuerto, puedes coger una lanzadera o la línea 3 de metro para llegar directamente al centro de la ciudad. El casco urbano está muy bien comunicado con un sistema de transporte integrado por buses, tranvías, trolebuses y metro. Para más información sobre cómo utilizar esta red pública para desplazarte, consulta la web oficial de OASA.
¿Por qué merece la pena visitar Atenas?
Basta pasear por las calles de Atenas para vislumbrar sus muchas facetas. Si llegas desde Oriente, los edificios altos y las tiendas contemporáneas parecen confirmar que estás en Europa. Sin embargo, si llegas desde Occidente, la comida, la música y la vidilla en la calle te transportan inevitablemente a Oriente Medio. Lo cierto es que no tendría mucho sentido afirmar que Atenas es solo un recuerdo del Imperio bizantino o del Imperio otomano, igual que sería absurdo decir si es más de Oriente o de Occidente. Atenas es Atenas: la muestra inequívoca de la personalidad única de Grecia.
Dionysiou Areopagitou es una larga calle peatonal, flanqueada por árboles y arbustos, que conduce a algunas de las principales atracciones históricas de Atenas. Date un paseo por la ciudadela de la Acrópolis y el ágora (por nombrar un par) y estarás pisando las mismas piedras que Pericles, Sócrates o Platón.
Al igual que otros emplazamientos en lo alto de colinas en la Antigua Grecia, la Acrópolis (que significa «ciudad alta») se construyó en el siglo V a. C. y se convirtió en un lugar de culto religioso, y también de refugio en caso de ataque enemigo. La Acrópolis y su protagonista indiscutible, el Partenón, ofrecen vistas desde lo alto a la Atenas actual: la corona perfecta para atisbar los confines de la historia y la cultura griega… Y también literalmente, porque está en el punto más alto de la capital. Es una obra maestra que merece la pena conservar, ya que en pocas ciudades se tiene la oportunidad de contemplar una estructura de semejante magnitud y más de 2000 años de antigüedad.
A los pies de la Acrópolis, el ágora de Atenas (un espacio versátil en su época gloriosa) se abre camino desde el templo de Hefesto. En la Antigua Grecia, los atenienses se reunían aquí para intercambiar productos, noticias y algún que otro cotilleo, convirtiéndolo así en el centro neurálgico de la vida cotidiana de la época. Y es que, lo creas o no, este pedacito de terreno lleno de ruinas fue en su día la cuna de la filosofía, la política, la cultura y la ciencia occidentales.
Actividades gratuitas en Atenas
Plaka te ofrece la cara más sosegada e íntima de Atenas, con su entramado de callecitas de colores llenas de vegetación, restaurantes acogedores y pequeñas tiendas de souvenirs. Como verás, este ambiente relajado que se respira en Plaka se debe sobre todo a la ausencia de tráfico en la zona, y eso que se encuentra a tiro de piedra del centro. De hecho, encajonado entre los muros de la Acrópolis se encuentra uno de los barrios más tranquilos de Plaka, Anafiotika, poblado por primera vez en el siglo XIX por trabajadores de la isla de Anafi (de ahí su nombre). Su pintoresca amalgama de casitas de piedra blancas te transportarán muy lejos del bullicio de la ciudad.
Aquí también podrás contemplar la historia de la ciudad junto con algunos de sus espacios más modernos. El metro de Atenas es casi un museo en sí, ya que las estaciones exhiben objetos de la Antigüedad, yacimientos arqueológicos, esculturas e incluso arte moderno.
Para atraer más turismo en temporada baja, el Gobierno griego ha decidido que, del 1 de noviembre al 31 de marzo, la visita de todos los yacimientos arqueológicos de Atenas sea gratuita el primer domingo del mes, y también en estas fechas:
- 6 de marzo (en honor al recuerdo de Melina Mercouri)
- 18 de abril (Día Internacional de los Monumentos)
- 18 de mayo (Día Internacional de los Museos)
- El último fin de semana de septiembre (Jornadas Europeas de Patrimonio)
- 28 de octubre (Día del No)
Atenas de noche
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Cuando se pone el sol, pon rumbo al Pnyx. Durante los albores de la democracia ateniense, este era el lugar donde se reunían los ciudadanos, y es que las vistas a través de los árboles y hacia el Partenón son sencillamente sobrecogedoras.
Si te apetece una noche de fiesta, en Romantso puedes disfrutar de sesiones de DJ y música en directo. Échale también un vistazo a lo que se cuece en Technopolis, una antigua fábrica de gas convertida en centro cultural que ofrece mercadillos de fin de semana, arte y talleres, además de festivales y conciertos gratuitos en fines de semana y por la noche.
Todo depende de lo que andes buscando. La Riviera ateniense es donde puedes encontrar algunos de los bares y restaurantes más selectos de la ciudad, así como discotecas, bares de playa y coctelerías. Si quieres conocer la vida nocturna «underground» y los locales de música alternativa, pon rumbo a Kerameikos. Por el contrario, si lo que te apetece es relajarte mientras te tomas un vinito, prueba el barrio de Kolonaki y alrededores.
Comida, bebida y vida sana
En los últimos años se han puesto de moda el bienestar y los hábitos saludables, pero los atenienses llevan siglos procurándose cuidados por dentro y por fuera con el concepto de «kalokagathos»: el equilibrio perfecto entre un cuerpo sano y una mente sana. En esta tónica, no es ninguna sorpresa que sea precisamente aquí donde nacieron los Juegos Olímpicos. El Estadio Olímpico de 2004 se ha convertido ahora en un espacio abierto para pasear, correr o hacer ciclismo, y cuenta con el ondeante Muro de las Naciones que quedará de lujo en tu cuenta de Instagram.
En un diálogo constante entre lo moderno y lo antiguo, Atenas te permite trazar la historia deportiva de Occidente hasta el Kallimarmaro, o Estadio Panatenaico, fundado originalmente en el 330 a. C. y resucitado en 1896 para las primeras Olimpiadas de la era moderna. Es tu oportunidad para correr (o pasear tranquilamente) tras la pista de siglos de historia deportiva.
Para terminar, como no podía ser de otro modo, una visita a Atenas no sería lo mismo sin probar alguno de sus coloridos platos nacionales. La gastronomía griega es tan sabrosa como saludable, algo que queda patente en la larga esperanza de vida de su población. Su dieta se basa en los ingredientes frescos típicos del Mediterráneo, como verduras, aceitunas, queso y pescado. Puedes deleitarte con deliciosos platos de souvlaki, moussaka o dolmades prácticamente en cualquier rincón de la ciudad, sin olvidar un buen plato de ensalada fresca elaborada con jugosas hortalizas frescas, embadurnadas de un delicioso aceite de oliva. Si todo lo anterior no te tenía ya en el bote, la comida sin duda hará que vuelvas a Atenas una y otra vez.
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